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EL RINCÓN DE MIS PENSAMIENTOS

LA PSICOLOGÍA DE LA INSTRUCCIÓN, HISTORIA, DESEOS E INTERROGANTES

La Psicología de la Instrucción tenía muchos parientes de todos los lugares. Uno de ellos era la Psicología de la Educación. Les unía un gran lazo afectivo, pues podemos decir que la psicología de instrucción había sido parte de ella y habían convivido juntas toda su vida, aunque ya se sabe que con la evolución todos vamos cambiando y adaptándonos al medio. Así pues, ésta decidió inclinarse más por el proceso de enseñanza – aprendizaje, y todo lo que tuviera que ver con los contenidos curriculares distribuidos en áreas científicas.

Su prima, la Psicología Escolar, también quiso formar parte del proceso de enseñanza- aprendizaje, pero como era más tímida, prefirió trabajar un aspecto más singular y diferenciado, ya se sabe, estudiando trastornos del aprendizaje, diagnosticando, etc.

Podemos decir, a su vez, que esta familia era muy dependiente de Psicología del Desarrollo, siempre la tenían en cuenta, y sus decisiones parecían influir en el que hacer de las demás, pues no podían trabajar sin saber con quien estaban interactuando.

Dentro de esta rama, podemos incluir a una vecina, que no tiene el mismo nombre, “Psicología”, pero desde que llego siempre se han mantenido muy unidas, se llama Didáctica, se llevan bien aunque tienen algunas diferencias, pues la Psicología de la Instrucción desde que comenzó ha hecho mucho hincapié por investigar sobre los aspectos individuales, internos al alumno, y Didáctica, al ser más mayor siempre se ha sentido más cómoda tratando con personas de más edad, en este caso, con los profesores y con su forma de enseñar.

Como vemos, cada miembro de la familia es necesario, pues aunque parezcan iguales, cada una esta especializada en un campo distinto haciendo que todas sean complementarias e indispensables.

Nuestra protagonista de la historia, Psicología de la instrucción, unida a todos sus familiares, quería cambiar el proceso de aprendizaje, estaba harta de que el protagonista fuera el docente, así que hizo  realzar la figura del alumno. Estaba convencida de que para progresar la sociedad debía de fomentar el “enseñar a pensar”, si el lector me lo permite, defenderé esta idea con todas mis fuerzas, pues creo que la instrucción debe ayudar al sujeto a crear sus propios pensamientos. No podemos crear meras fotocopias de libros por las dos caras, si no que debemos dotar a la persona de las herramientas y los instrumentos para que ellas sean capaces de crear y modificar sus esquemas cognitivos.

Debemos ir proporcionándoles el control de su propio aprendizaje. Aprendizaje entendido no como un proceso memorístico, en el que el acto final es la exposición de los conocimientos en un examen si no como un proceso por el cual vamos modificando nuestra visión, vamos creando nuestros propios esquemas y creyéndonoslos  a la vez que formamos una opinión sobre el mundo al que se nos deja entrar.

Respuestas a preguntas que lanzamos al aire para ser contestadas. Y no respuestas a ningún tipo de interrogante que el maestro lanza en muchas ocasiones a sus alumnos sin saber si les suscita la mínima duda.

Por todo esto, y por haberle adjudicado al discente en el reparto de papeles el de protagonista, deberá ser el centro de las miradas, de donde surgirán las dudas , las reflexiones, las tareas…deberá tomar un papel activo, en el que se tengan en cuenta sus intereses y el contexto social donde se encuentra.

Todo un cambio, ¿verdad? ¿Pero es esto imposible? No creo que haya nada imposible, pues si el ser humano ha conseguido volar, crear una bomba atómica, llegar a la luna, crear un sistema por el cual nos podemos comunicar con cualquier parte del mundo a través de un ordenador…cambiar el proceso de enseñanza- aprendizaje, comparado con todo lo anterior es facilismo, aunque parece que en nuestra sociedad es muy costoso, tal vez, y estas son algunas preguntas que lanzo: ¿Todo el mundo quiere abandonar su método de dar clase? ¿Alejarse de lo tradicional? ¿Están dispuestos a cambiar? ¿Se puede llevar a cabo según se encuentra el sistema educativo? ¿Podemos ver algún ápice de este nuevo paradigma en el que encuadra la instrucción en el siglo XXI?

Si desde 1913 con Thorndike, hasta la actualidad, pasando por Glaser (1972), Wittrock y Lumsdaine (1977), Gagne- Briggs, Collins(1977), Beltran (1993)…podemos ver una gran evolución y un paso de una época a otra… ¿Por qué no vamos a poder conseguirlo?

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