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EL RINCÓN DE MIS PENSAMIENTOS

EL MUNDO ESTA LOCO, Y YO CON EL

Algunos dirán que comenzar una relación cuando se es adolescente es cosa de locos, porque no se sabe amar, no puedes comparar, no se tiene una teoría del amor, no puedes decir “te voy a querer toda la vida” porque no puedes racionalizar lo que sientes para poder afirmar eso. Pero lo más curioso es que me lo dicen personas que no saben amar, no saben lo que es querer, y tan solo juegan y juegan a teorizar, a decir cosas que leen en los libros a rellenar el tiempo y el espacio con palabras, que a mi forma de ver no me explican nada, es mas ni siquiera un poquito, no encuentro nada en ellas que me confirmen lo que siento, que se aproxime ni tan siquiera a lo que pasa por dentro de mi cabeza.

Porque esas personas no pueden hacerse a la idea de que amar, es un sentimiento, se puede intentar saber donde se producen dentro del cerebro, pero no se puede definir, que vas a decir, que el amor es el sentimiento que hace que…

En cuanto queramos encerrar los sentimientos en palabras perderán su esencia, el estar triste o el estar alegre es independiente en cada persona, es decir, yo puedo estar triste por alguna razón tonta que no tiene mucho sentido, que tal vez a otra persona le haga estar alegre porque de todo lo que la esta pasando es lo menos malo. No se si me explico, pero es que hoy creo que el mundo se ha vuelto loco. Estoy en una carrera que se llama psicopedagogía donde se supone que tendría que estar aprendiendo psicología, en cambio cada día conozco a más gente que me descoloca, que no entiendo, que hago por meterme en sus cabezas para saber un poco lo que piensan y en cambio me encuentro perdida en una sensación extraña.

Cada día las personas son menos autenticas, se empeñan en decir, en hacer, para luego contradecirse totalmente, ponen buenas caras, te invitan, para luego ver que es mentira, que es un intento de quedar bien.

Mi amigo Microalgo, si algunas características que le definen son la impaciencia y el miedo a la soledad, le debo decir que una de las mías es que odio a la gente que miente, que se aleja de ser sincera para poner buenas caras y más tarde te ofrece en la guillotina en cuanto menos te lo esperas. Esto es lo que hacen muchas de estas personas con el don de la palabra, ya que no la utilizan para hablar de la verdad, si no para embaucar con engaños, simplemente prefiero el silencio, las pausas, las miradas perdidas, el no saber que pensaran a que me cuenten historias falsas.

Tal vez, por esto, llevo cuatro años con una persona que no me cuenta cuentos, que no me enreda en palabras, en algodones, simplemente me dice las cosas como lo siente, como piensa y me ayuda mucho mas que otras que intentar utilizar su psicología conmigo. No hay doble vuelta en él y aunque a veces no lo demuestre y yo me queje por cosas que debería hacer, se que en cada palabra que dice me esta diciendo la verdad.

Una vez me dijeron que con las personas que no te importan no te puedes enfadar, pero ahora reflexionándolo no pienso que sea así, es mas, es justo todo lo contrario, o por lo menos es todo lo opuesto a lo que me pasa a mi, porque no me puedo enfadar con una persona que quiero, soy incapaz, me puede molestar o doler algo, pero ¿enfadarme? No creo que si quieres a una persona puedas enfadarte y dejar de hablarla porque en realidad la necesitas y todo lo que se pueda haber dicho o hecho en un momento puntual queda olvidado. En cambio, si no quieres de verdad a la persona dará igual el enfadarse o no, es más ni te pararás a arreglar algo, porque en realidad no tiene sentido, hasta con una persona que no conoces y te quita la camiseta que querías en una tienda justo en el momento que la vas a comprar te enfadas, es un ejemplo algo tonto, pero la sensación de enfado porque la mujer del abrigo marrón te la ha quitado de tus manos se produce, o cuando estas en un gran aparcamiento sin un sitio donde aparcar  y el SEAT de delante te quita el que estabas buscando, te enfadas, aunque luego se te pasa si ves que el que sale de el es tu amigo de toda la vida, entonces le saludas alegremente, y te vas feliz porque hacia mucho tiempo que no coincidíais.

Así pues, no se si es que a la palabra “enfadarse” le doy un significado distinto al resto del mundo, pero sigo manteniendo que una persona no se puede enfadar con otra a la que quiere, simplemente habrá una discusión, una pelea, pero no llegará a más de ahí, porque pesa más lo bueno que el resto.

Intento contar el día, por las cosas buenas que me pasan, y la verdad es que el día de ayer sería uno de los mejores del calendario, porque me di cuenta de que todavía en este mundo de locos como he dicho antes sigue habiendo personas sinceras, que son transparentes, y se sabe como son desde el principio hasta el final, que no tienen miedo a decir lo que sienten, y lo expresan de forma clara. Tal vez, si ahora lee esto alguien me podrá acusar de que yo peco de no hacerlo, pero seguramente tampoco se pregunte el porque no lo hago. Hablamos con la gente que nos transmite confianza, que sabemos a ciencia cierta (aunque a veces nos equivocamos) que no nos van a fallar. Y... ¿Cómo lo sabemos? Es otro temido pre sentimiento, que en el fondo no tiene explicación, se pueden dar razones, pero no por racionalizarlo se puede dejar o empezar a sentir.

Y aquí supongo que volvemos al mismo termino de siempre, el que nos acompaña siempre que hablamos de amor, de felicidad, de confianza, de amistad,…, el tiempo, ese que dicen que deja todo en su lugar, el que parece que necesitamos para poder ver las cosas desde una perspectiva más lejana, para ser más conscientes de lo que hacemos o sentimos.

Así que, después de cuatro años, mi amigo, me ha hecho ver de una forma clara pero todavía sin darme explicaciones que te quiero.

Una vez me dijeron que era una chica con toda mi vida muy bien estructurada, que sabía muy bien lo que quería y las personas y cosas importantes que formaban mi vida, y en ese momento sentí que no me conocían, que era inestable por naturaleza. Pero ahora me doy cuenta de que no, que tengo una coraza que la uso para que no me hagan daño, que tal vez dejo pasar a mi lado personas que valdrían la pena sin darme cuenta, pero se que las que están a mi lado, están ahí, que son mi pilares y las que me sostienen, que da igual si no nos vemos todos los días, o no hablamos cada semana, porque las quiero, porque cuando nos vemos es como si no hubiera pasado el tiempo, porque me gusta el que no me exijan y que me quieran por quien soy simplemente, sin dar rodeos, en el fondo que me conozcan y yo a ellas, que se establezca un lazo tan fuerte que la distancia no pueda romper, todo esto parece cosas de niñas pequeñas pero es que en realidad la amistad creo que es eso, el aceptar a las personas tal y como son y apreciarlas simplemente por lo que te dan.

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