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EL RINCÓN DE MIS PENSAMIENTOS

TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD

    Según el departamento Americano de Salud, Educación y Bienestar, Clements (1996) se define este trastorno como: “un trastorno de  conducta y del aprendizaje que experimentan niños con una inteligencia normal y que aparece asociado con disfunciones del sistema nervioso central” y se manifiesta por: hiperactividad, desajuste perceptivo- motores, inestabilidad emocional, deficiencias de atención y coordinación general, impulsividad, trastornos de audición, del habla, deficiencias de memoria y de pensamiento, signos neurológicos menores o irregularidades electroencefalográficas y dificultades especificas en el aprendizaje. 

En cambio, en la actualidad, vemos como a través del DSM- IV y el ICD- 10 se caracteriza por la posibilidad de este trastorno con otros como por ejemplo: el de conducta o el de ansiedad, y se exige la presencia de tres síntomas esenciales: 

-          Inatención.

-          Hiperactividad.

-          Impulsividad. 

Y deben aparecer por lo menos tres síntomas de cada uno. Además deben persistir a lo largo del tiempo y a través de las situaciones con desajustes significativos al menos en dos contextos. 

Hago hincapié en la definición, porque me parece importante distinguir aquellos síntomas que rodean este trastorno, puesto que en la actualidad parece existir una gran fiebre por decir que todos los niños lo padecen. Y es que, en cuanto un niño/a no se mantiene horas y horas sentado en la misma silla, o es un poco inquieto ya le colocamos la etiqueta de “hiperactivo”, sin darnos cuenta que muchos de los síntomas que percibimos pertenecen al desarrollo normal de cada niño/a. 

En el DSM- IV, se plantea la existencia de tres subtipos de TDAH: 

-          Subtipo predominantemente inatento: se caracterizan por ser: perezosos, lentos, despistados, descuidados, apáticos, callados con tendencia a soñar despiertos. Pueden ser mas dados a tener dislexias, discalculias y experimentar problemas asociados de carácter internalizante, como ansiedad, depresión, inhibición o timidez. Presentan también, trastornos propiamente del lenguaje. En relación con sus iguales, suelen sufrir aislamiento social, olvido o abandono por parte de sus compañeros. Responden menos favorablemente a los psicoestimulantes.

-          Subtipo hiperactivo /impulsivo: experimentan una alteración en su funcionamiento global tan importante como los sujetos con TDAH combinado y tienen mas problemas comportamentales que los TDAH predominantemente inatentos. El 80% están asociados a problemas más de comportamiento.

-          Subtipo combinado: presentan problemas de atención caracterizado por la desorganización, la necesidad de estrecha supervisión y el fracaso en completar las tareas. Suelen presentar conductas agresivas, desafiantes y oposicionistas. Son muy frecuentes los trastornos combinados del habla y lenguaje. Suelen padecer un claro y activo rechazo de sus iguales y se suelen implicar en riñas, peleas, actos agresivos, robos, etc. 

La mayoría de los elementos de esta clasificación se pueden detectar entre los seis y los nueve años y se van incrementando de forma progresiva con la edad. Normalmente, influyen en la conducta, tienen consecuencias negativas sobre el desarrollo cognitivo, personal y social e interfieren en el aprendizaje escolar y en la adaptación socio- personal general del sujeto. 

Por lo tanto, como vemos no es cualquier cosa, debemos ser cautos al diagnosticarlo y no podemos sacar conclusiones sino tenemos evidencias claras. Por ello, la evaluación, debe estar compuesta de varios pasos, como por ejemplo: debemos realizar observaciones directas del niño en contextos naturales, contar con las opiniones de distintos profesionales (médicos, psicólogos, profesionales,…), entrevistas, etc. 

Porque al igual que otros niños, los alumnos con estas características tienen unas determinadas necesidades educativas especiales que debemos intentar cubrir y dar respuesta a lo que se nos reclama, ya sea con otra metodología, realizando los exámenes de forma diferente, cambiando las actividades o utilizando diferentes recursos, etc. 

Otro  aspecto que me lama atención, es la forma de responder a los diferentes subtipos, pues a mi parecer, el trato que recibe el alumno/a con TDAH predominantemente inatento, es insuficiente, puesto que como no da tantos problemas dentro del aula (no tienen conductas agresivas ni desafiantes) pienso que son los “olvidados” dentro de la clase. 

Tampoco podemos dejar pasar as consecuencias que recaen en el sujeto con este tipo de trastornos, por ejemplo: 

-          Bajo autoconcepto y autoestima.

-          Dificultades en el desarrollo social, y rechazo social.

-          Fracaso escolar.

-          Desmotivación.

-          Baja tolerancia a la frustración.

-          Labilidad emocional.

-          Reacciones bruscas. 

Estos rasgos asociados variarán según la edad y el nivel de desarrollo en el que se encuentre. 

Así pues, para intentar que estas consecuencias sean menores debemos trabajar sobre todo en el contexto social y el contexto escolar que rodea al niño habitualmente, puesto que son los que quedan directamente afectados. Podemos actuar haciendo hincapié en la prevención, dando un papel mas activo tanto a padres, como a profesores, identificando y modificando aquellas deficiencias contextuales, aplicando programas educativos, con un tratamiento farmacológico, etc. 

En definitiva, lo importante es actuar de forma estrecha entre los profesionales, los padres, los compañeros y el niño/a que presenta este trastorno, y realizarlo en su contexto natural, porque las cosas fuera de lugar no tienen sentido para ellos, y nuestro objetivo es conseguir la mayor integración posible.     

BIBLIOGRAFÍA: 

-  J. N. García Sánchez “Intervención psicopedagógica de los trastornos del desarrollo” Editorial: Psicología Pirámide. Madrid (2007) 

- M. Jiménez Hernández (coord) “Psicopatología infantil” Editorial: Aljibe. Madrid (2007)

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