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EL RINCÓN DE MIS PENSAMIENTOS

ABSENTISMO ¿CUÁLES SON SUS POSIBLES CAUSAS?

ABSENTISMO ¿CUÁLES SON SUS POSIBLES CAUSAS?

¿Cuáles son las causas del absentismo? ¿Qué implicaciones tiene en el rendimiento de los y las adolescentes? ¿Es un factor de riesgo para otras conductas y comportamientos más perjudiciales? A lo largo de las lecturas de este tema se han ido buscando las causas de este comportamiento, y se han achacado a posibles rasgos de personalidad que podrían estar influenciando, o en otras variables como son el género, la etnia, la edad, etc. además de señalar la dificultad que se tiene cuando se realiza una investigación con este tipo de población, puesto que normalmente no acude a las aulas para poder llevarla a cabo.

 

En mi opinión, buscar tanto un perfil del alumno o la alumna absentista no tiene tanta importancia como investigar sobre el éxito y las dificultades de los programas de intervención que se llevan a cabo, así como de las medidas que se utilizan por parte del centro para remediar esta situación o cómo se sienten los alumnos y las alumnas que faltan continuamente al aula.

 

Me parece que si partimos de una perspectiva basada en perfiles, estamos olvidando y dejando atrás toda la teoría ecológica (Bronfenbrenner  y Morris, 1998)  y desestimando los diferentes contextos y circunstancias propias de cada alumno o alumna. Así pues, continuando mi reflexión anterior, vuelvo a recalcar la importancia  del estudio de estas interacciones entre el individuo y el medio donde, el sujeto se relaciona y actúa, así como los aspectos claves del desarrollo y la etapa evolutiva donde se encuentran.

 

Asimismo, pensando en aquello que podría influir para que un alumno o una alumna sea absentista, me pregunto sobre ciertos aspectos que tienen que ver mucho con la aceptación y la integración del individuo en el grupo, puesto que considero que el ser absentista está muy influenciado por aspectos sociales como podrían ser: ¿Cómo influye la presión social y el intentar ser aceptado por el grupo? ¿Qué relación tiene todo esto con la educación que se ha recibido y por la influencia o el apego de los padres hacia el adolescente? ¿Va a influir el desarrollo moral en el que se encuentre el individuo? ¿Cómo influyen los estereotipos que se transmiten desde nuestra cultura?

 

Si analizamos las etapas del desarrollo moral que expone Kohlberg (1958), podríamos decir que la mayoría de los adolescentes se encuentran en el nivel 2 o razonamiento convencional: “el grado de interiorización es intermedio. Los individuos se atienen a ciertos principios (internos), pero hay otros principios (externos), como los de los padres o las leyes sociales”.  Dentro de aquí, nos situaríamos en el estadio 3formado por las expectativas interpersonales mutuas, las relaciones y la conformidad interpersonal, donde los individuos valoran la confianza, la preocupación y la lealtad de los demás como base para plantear juicios morales”, por lo tanto, no han alcanzado todavía ese desarrollo que les permita ver que hay más cosas, que las normas no son sólo las que se establecen dentro del grupo de iguales, que la lealtad es importante, pero es más importante la lealtad a uno mismo y a sus propios valores y creencias, que muchas veces se ven desplazadas por las normas grupales, y esto puede hacer que se sientan influidos en algún momento por los demás, con el objetivo de saltarse las clases y sentirse más adaptados a su grupo de referencia.

 

Otro factor que podría influir en las relaciones que se crean en la adolescencia, y en cómo las percibimos, podrían ser el tipo de apego (Bowlby 1973 define el apego como “cualquier forma de conducta que tiene como resultado el que una persona obtenga o retenga la proximidad de otro individuo diferenciado y preferido, que suele concebirse como el más fuerte y/o más sabio”) que hayamos establecido, y el grado de dependencia o independencia que establezcamos con nuestro grupo de iguales.

 

 La relación, no creo que sea la misma si tendemos a ser más evitativos, inseguros- resistentes/ ansiosos- ambivalentes, o tenemos un tipo de apego más seguro (Ainsworth, Blehar, Waters & Wall, 1978), puesto que esto influiría en la autoestima y en la seguridad que tendríamos cada uno, y esto podría variar en el tipo de relaciones que buscamos, o como señala Morris (1982) ”debido a la primacía y a la profundidad de la relación temprana de apego entre niño y cuidador, es probable que este vínculo sirva como prototipo para las posteriores relaciones de intimidad”.

 

Así pues, este apego que puede verse  influido por los siguientes factores: experiencia individual, constitución genética e influencias culturales (Ainsworth 1979), puede hacer que veamos de diferentes formas el cómo percibimos la influencia del grupo de iguales y en cómo vemos a éste, repercutiendo o influyendo en nuestra forma de responder ante posibles presiones sociales.

 

Relacionado con esto, y con las experiencias que podría vivir cada adolescente, con el desarrollo físico y con la aceptación o el rechazo por parte de los demás, el/ la joven va a ir construyendo su identidad. Si atendemos a los estados de Eric Erikson (1968) vemos cómo este encuadra a los adolescentes dentro del estado de “identidad frente a la confusión de la identidad”, es decir, se muestra como en esta etapa se pasa por una crisis, donde se enfrenta a diferentes exigencias, ya que se encuentra entre la niñez y la edad adulta, y experimenta diferentes roles e identidades que recibe de la cultura que le rodea (vemos la importancia del marco cultural dentro de la identidad y el desarrollo). Esta confusión de identidad que se da puede tomar diferentes formas: los individuos se separan del grupo y se aíslan de los compañeros y de la familia, o pierden su identidad en la sociedad.

 

Así pues, la identidad y la imagen que se forme el individuo de él mismo podría afectar a la forma en la que se percibe a los demás, y hacer que los factores protectores que presente se vean derrumbados por la gran influencia de los factores de riesgo que podrían darse en estas etapas, y en determinados contextos y situaciones.

 

En conclusión, debemos considerar que el absentismo es un problema y que entraría dentro de aquellos factores que denominamos de riesgo, pero que previamente habría que estimar la influencia que podría estar afectando al sujeto desde varios campos, como el de la familia, la cultura, los iguales e incluso el mismo. Puesto que la adolescencia, al ser una etapa de cambio, normalmente puede traer consigo algún tipo de crisis de identidad que puede hacer que el individuo se encuentre en una situación de desventaja ante grandes presiones y exigencias de la sociedad.

 

Aunque esto se debería tener presente cuando nos enfrentamos a cualquier tipo de investigación que aborde posibles factores de riesgo, ya que estos se diferenciarán según la etapa en la que nos centremos.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 

v  O´Brien, S.F y Bierman, K. L (1988). Conceptions and perceived influence of peer groups: Interviews with preadolescents and adolescents. Child Development, 59, 1360- 1365

 

v  Santrock, J. W. (2003). Psicología del Desarrollo en la Infancia. Madrid: McGraw Hill (7ª edición).

 

v  Feeney, J. & Soller, P. (2001). Apego adulto. Bilbao: Desclée de Brouwer.

 

v  Sally Guttmacher, Beth C. Weitzman, Kapadia F., Weinberg S. (2002) “Classroom- Based surveys of adolescent risk taking behaviours: reducing the bias of absenteeism” American Journal of Public Health

 

v  Lounsbury, J.; Steel R.P; Loveland J.M.; Gibson L.W.(2004) “An investigation of personality traits in relation to adolescent school absenteeism”  Journal of Youth and adolescent, Vol 33, No. 5, 456-466

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