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EL RINCÓN DE MIS PENSAMIENTOS

LAS PALABRAS SOLO SALEN CUANDO ESTAS CONMIGO

LAS PALABRAS SOLO SALEN CUANDO ESTAS CONMIGO

No tenía muchas ganas de nada. Esa tarde no me venía la inspiración, parecía que mi mente se hubiera bloqueado.  La pantalla del ordenador solo me devolvía esa luz característica, que hace que al llevar un tiempo mirándola empiece a llorar. No he visto objeto más cruel, la damos nuestro tiempo, nuestras ideas y ella solo nos devuelve lagrimas.  Definitivamente no podemos decir que sea uno de los instrumentos más entretenidos, o más simpáticos.

El caso era, que aquel día mi vida se resumía en pequeños paseos por la casa, del salón a la cocina, de la cocina a mi habitación, de allí otra vez al salón… ¿Qué buscaba? Nada en concreto, algo que me llamara la atención, como un cartel luminoso que dijera: - ¡escógeme a mí, lo pasaremos bien, no te arrepentirás, pero corre, estamos perdiendo un tiempo muy valioso!  Por el contrario no encontré esa señal. Por eso me limite a sentarme de nuevo en el sofá y pensar… ¿Qué me apetece hacer? Es curioso, ¿no habéis sentido alguna vez la sensación de no querer hacer nada, pero a la vez querer hacer un montón de cosas? A mi me pasa muy a menudo, pero es que no termino de encontrar aquello que me ocupe todo el tiempo que pierdo pensando en que hacer. O tal vez es que lo haya encontrado pero al saber que no lo voy a poder realizar hoy, las demás opciones carezcan de sentido. Sí, hoy solo me apetece besarte, por ello todo lo demás pierde valor, no se puede comparar nada, estoy como alma en pena paseando por mi casa, buscando en realidad tus labios, pero no logro encontrarlos. No existen opciones que puedan superar la que tengo en mi mente,  así que intento llenar el tiempo con viajes de una habitación a otra, como haciendo turismo en un lugar donde ya conozco los monumentos, las fuentes, las calles, las paredes…

El mirar por la ventana resulta entretenido un rato, pero cuando ya has visto a gente pasar, a un pájaro posarse sobre la rama de un árbol, a un niño que con pasos titubeantes va recorriendo la calle,  parece que lo demás es todo más repetitivo. Y sobre todo cuando se empieza a fantasear…quiere decir que ya no es algo que estés haciendo, sino solo, volver a echar de menos.

Las personas no deben ser dependientes, pero reconozco que hoy, me estoy permitiendo esa licencia, porque quiero pensar en ti, porque me apetece verte, porque haré un truco de magia para que sepas que estoy aquí, esperándote. Tal vez no te llegue, ya sabemos que en este mundo de las comunicaciones hay muchas interferencias, pero creo que me da igual, soñare con mañana, con que por fin te volveré a ver. Así puesto parece que he pasado días y días separada de ti, aunque nos hayamos visto ayer.  Pero tengo necesidad de contarte todo lo que me ha pasado hoy, quiero compartir contigo todas mis risas, lo que me paso el otro día, que siempre me olvido contarte porque en esos momentos no me doy cuenta y se me olvida todo, y que cada vez que me despido me viene a la mente.

 No te extrañe si a la próxima cita llego con toda la mano escrita de cosas que nunca te dije por olvidos y quiero que las oigas. Tampoco te extrañe si nada mas verte me quedo sin habla por que llevo tanto tiempo esperándote que posiblemente tenga tantas cosas que decirte que me pondré nerviosa y no sepa hilarlas como debería para poder contarlas.

No se como lo haces, no estas aquí, no me has dicho nada, no me has susurrado al oído y en cambio parece que las palabras solo salen cuando estas conmigo.

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