¡LLEGO LA PRIMAVERA!
- ¡Vamos levantad! ¡Comenzad a salir!- Gritaba una pequeña niña a las rosas de su jardín.
En primavera todo empezaba muy deprisa. Los días comenzaban por abrir bien la ventana y dejar pasar los rayos de luz que procedían de la calle, la habitación se inundaba de alegría, ya no era como esos días de invierno en los que daba igual levantar la persiana o no pues las nubes oscuras tapaban el cielo para dejar paso a la lluvia, a las botas de agua, a llevar el paraguas y a quedarse en clase el rato del recreo pues los profesores no sabía que les pasaba con eso de la lluvia, pues nunca les habían dejado salir a jugar a los charcos. ¿Será por que con el agua que cae nos podemos encoger? ¿O tal vez por qué nos pasará lo mismo que a mis plantas, que nos saldrán grandes flores en vez de pelo? ¿Os imagináis? Yo tendría margaritas, o mejor, ¡tulipanes! Nunca he visto un ramo de tulipanes, pero seguro que sería el ramo más bonito que se haría jamás.
Vaya, pensando en esto de las flores sería una buena idea que nos creciera un girasol, nunca pasaríamos hambre, siempre tendríamos un par de pipas para poder comer cuando nos entrara el gusanillo y sería como una antena parabólica por la cual encontraríamos el sol y absorberíamos energía, así pues en invierno no tendríamos tanto frío, sin duda esta flor sería nuestra solución y la más práctica que podríamos encontrar.
Aunque si tenéis alguna sugerencia hacédmela llegar y hablaré con la lluvia para que cambie su composición, y que en vez de flores nos salga césped, o antenas para poder escuchar a distancia, o cualquier cosa que podáis imaginar, porque no soy tan alta como vosotros, pero creo que con la altura la imaginación se va agotando, o tal vez la tengamos en los pies y al crecer nos cueste más llegar hasta ella.
0 comentarios