YA NO ESCAPO, SIMPLEMENTE ME VOY
Puedo permanecer a tu lado como máximo una hora, mi perfume entre tus sábanas, puede quedarse tal vez dos días y mis medias olvidadas bajo la cama, un tiempo indefinido. Pero yo no estoy, ya me he ido, de hecho, tal vez nunca he estado.
Hace mucho tiempo me despedí de ti, dejando tras mi paso solamente un golpe en la puerta. Todo acabo y creo que fue lo mejor que pudo haber pasado. Ya no éramos nada, solo dos personas que tratan de encontrar aquellas que fuimos una vez, pero que el tiempo, y la vida fue modificando y amoldando, y al final, míranos, dos desconocidos que desayunan en la misma mesa, que se evitan la mayor parte del tiempo para no tener que pensar en una conversación y por la noche se van a horas distintas a la cama para evitar el deseo.
No nos damos cuenta, de que a veces solo alargamos algo, que en realidad, se escribió el final hace mucho tiempo.
Y hoy, por fin nos hemos decidido, oficialmente podemos decir que nos hemos convertido el uno para el otro en “ex”, en dos personas que fueron y ya solo quedan unas fotos que pueden confirmarlo.
Soy libre, dentro de lo que la sociedad me deja ser, porque sigo las normas de mi trabajo, la monotonía de cada día, pero hay algo que diferencia la libertad actual a la antigua, y es que pienso en mí. Encima de mi cama, solo hay una maleta con algo de ropa, pensé que no quería nada, no quería recuerdos, no quería fotos, ni pelearme por quien debía de quedarse la tele. Porque me tenía a mí, a mi felicidad, y ahora solo pensaba en mi rumbo, en el próximo paso que iba a dar, tal vez me fuera a vivir a Italia, mi gran sueño, ir a Venecia, comer pasta casi todos los días y aprender italiano.
Ya no es escapar de mis problemas, si no forjarme nuevos problemas.
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