COSAS EXTRAÑAS DEL DÍA DE HOY
Tan sólo tengo unas pocas anécdotas que destacar hoy, pero son esos pequeños detalles en los que me he fijado y todavía estoy dándoles vueltas.
Primero: me levanto temprano a las cinco y algo para ir a hacerme el pasaporte, y me pregunto, ¿Por qué tengo que levantarme tan pronto si los números no los comienzan a repartir hasta las nueve de la mañana? En un pensamiento rápido e inconsciente me viene a la cabeza esta frase: “¡Es que la gente no tiene sentido común!” después, tan solo unos minutos más tarde me doy cuenta que yo también he caído, ¡he dejado de tener sentido común! Porque allí estaba yo a las seis menos algo en la fila, haciendo cola, pasando frío, y con mucho sueño, y entonces me di cuenta de que el hecho de ver a todos los jubilados haciendo colas todo el día es solamente la suma de todas las perdidas de sentido común que se producen cada año, y me planteo la cuestión de ¿Qué pasaría si viviéramos doscientos años? Problamente este mundo dejaría de tener sentido, porque ya lo abríamos perdido y tan solo viviríamos para hacer colas, para quedar delante de los demás, que estupidez, si al final todos llegamos y todos somos los primero de nuestra propia vida y de nuestra propia muerte.
Segundo: veo un pájaro de colores, exactamente un periquito, pero esta vez, no lo veo entre unas rejas, en una jaula con su cubilete de comida como cada día, sino en la arena con otros gorriones, intentando buscar algo de comida entre bolsas, botellas y papeles que tira la gente. Y en esto, un hombre se acerca a mi lado: " Se habrá escapado, ¿Verdad?". Yo asiento con la cabeza, "si, supongo, además todavia es pequeño" en esto que pienso la mejor forma de atraparlo, de volverle a una jaula, de encerrar su libertad, no se, pero mi padre siempre me ha dicho que si estos pajaros se dejan libres se acaban muriendo, y creo que me lo he creido, tenía tantas ganas de cogerle... pero no lo hice, al final llego mi autobus, no pude, me fue imposible, o tal vez, podría haberlo hecho pero como siempre el tiempo corria contra reloj, y a la vez, creo que confié en que el hombre con traje de cartero lo rescataría, pues había dejado pasar todos los autobuses sin subir a ninguno,me parece que en el fondo estaba esperando que todos nos fueramos de la parada para rescatarle, y si no...eso espero.
Tercero: de camino a la facultad, el autobus seguia la misma ruta de siempre, las mismas paradas, la misma gente corriendo porque nunca llega, y los mismos que se quedan por detrás diciendo alguna palabra mal sonante sobre el conductor que ha decidido cerrar las puertas y despegar como si se tratará de los últimos avisos que se dan en el aeropuerto antes de despegar el vuelo. Entre todo esto, vemos otro autobus, en una parada un tanto rara, pues no hay marquesina ni ningun tipo de señal que situara allí el lugar donde la gente sube y baja cada día con un cierto aire de monotonia y rutina. Por fin, acaba parando tambien nuestro autobus, "¿Qué pasa?, tal vez sea una nueva parada hecha en el último momento para que las personas que se encuentren en mitad de la carretera puedan subir..." el caso es que de un momento a otro, se abren las puertas y comienzan a entrar todos los que se encontraban en el otro autobus. De pronto vemos como todo esta lleno, todos los asientos, los pasillos,..., la gente se va colocando de tal manera que los que deben salir antes por una extraña razón se encuentran más proximos de la ventana, provocando de esta forma un gran desvarajuste cada vez que alguein tiene que salir. Y yo me pregunto, ¿Por qué a la gente no le gusta viajar en el autobus? me encanta, cada día una nueva historia, cada día una persona nueva, un nuevo cuento, un nuevo paisaje,..., acabas conociendo a las personas sin conocerlas, acabas sabiendo lo que estudian, en que trabajan, que música les gusta, como suena su movil,..., en el fondo acabas viendo lo parecidos y distintos que somos cada uno, y llegando a la conclusión de que es mucho mejor ir con alguien que solos en los coches, además te das cuenta que la gente que conduce sus grandes coches van hablando solos, como si fueran acompañados, y no se dan cuenta de que no hay nadie a su lado.
Lo sé, puede parecer que todo esto no le llame a nadie la atención, que no se paren a ver al periquito, que no piensen en lo que sería el mundo, que no se planteen como vamos en los autobuses (siempre buscando el lado negativo y olvidandonos de todo aquello que hace que nuestra vida cobre una cierta chispa al oir historias de los demás), puede también que alguien me llame cotilla, pero no es eso, no es chismorreo es simplemente conocer a la gente, como piensan , como sienten, como viven su día a día. Por lo tanto, para aquellos que estas cosas no les llamen la atención, solo preguntarles ¿En que se fijan entonces?
1 comentario
Microalgo -
Ya estoy de vuelta, Lara (me he pegado una semana en barcelona, haciendo el gamberro)
¿Qué tal el curso, al final?
Si te sirve de consuelo... Es verdad que el clima es diferente por acá (vivo en Cádiz) pero en esta ciudad se han aclimatado unas cotorritas locas que van de palmera en palmera armando jaleo. Libres como el viento. Y, por cierto, también hay una población de loritos asilvestrados (¿o urbanizados?) en Barcelona, así que puede que soporten mejor el frío de lo que uno piensa...
Por aquí seguiré todo el verano, Lara. Que en Noviembre tengo una oposición en la que me juego el bigote, y no puedo descantillarme ya mucho más.
Besotes.