LAS PRIMERAS CONCLUSIONES

Haciendo hoy un repaso por todo lo que hemos visto en clase, me doy cuenta de que las dificultades de aprendizaje no son tan fáciles de detectar, es decir, puede ser evidente que hay un problema por causas del contexto donde vive el alumno, o por la relación que guarda con sus compañeros, algún tipo de retraso, etc. Pero es difícil separar todo esto de las dificultades de aprendizaje en sentido restringido.

 

No pienso, como se dijo en clase el primer día, que no existan dificultades sino ritmos diferentes de aprendizaje de cada alumno. Porque es verdad que cada uno aprende de una forma distinta y cada alumno tiene su propio ritmo, pero no podemos obviar que hay algunos de ellos que tienen mayores problemas que los demás y que hay que atender a sus necesidades adecuadamente. Me parece que si esto no lo reconocemos pasaremos por alto muchas intervenciones, es decir, si tenemos a un niño con dislexia y achacamos el que no lea bien a su ritmo de aprendizaje no estaremos trabajando el problema, y desde mi punto de vista lo único que haremos es justificar nuestra falta de trabajo sobre el alumno. Por ello es importante detectarlas, diagnosticarlas e intervenir adecuadamente.

 

Como hemos visto, un cociente intelectual por debajo de la media no quiere decir que el alumno posea dificultades de aprendizaje a causa de este. En este sentido, recuerdo que en  clase tuve un gran debate con mi grupo, puesto que me decían que si había retraso mental debía haber también algún tipo de dificultad de aprendizaje. Y estoy de acuerdo pero siempre que veamos entonces dificultad de aprendizaje en su sentido amplio, es decir, como cualquier problema que dificulta el aprendizaje, porque si no, y como se dice en la definición en sentido restringido, el término de retraso mental y el de dificultad de aprendizaje no tienen porque ir unidos.

 

Así pues, el cociente intelectual, normalmente no nos dice nada sobre si un alumno puede poseer dificultades de aprendizaje o no. Aunque creo que en un caso de superdotación  puede quedar más claro, porque si tiene un C.I. muy alto y a pesar de eso, sus resultados no son buenos, nos puede hacer pensar más en una dificultad de aprendizaje. Puesto que los problemas no los podemos relacionar con un C. I. por debajo de la media. Aunque por supuesto tendríamos que llevar a cabo otras pruebas para descartar otras posibles causas.

 

Una de esas pruebas puede ser el ITPA, que como vimos, nos dice o nos señala en que aspectos falla más el alumno. Por ello, resulta mucho más útil para detectar los posibles problemas. Asimismo todas estas pruebas son importantes, pero no podemos olvidar o pasar por alto otros datos sobre su etapa escolar, su vida familiar, su anamnesis, y otros datos que podamos recabar.

 

Para terminar haré una pequeña referencia a la metodología que llevamos en clase, puesto que me parece que es muy enriquecedora, ya que podemos ver y analizar muchas opiniones distintas, además el cambiar constantemente de grupo y ponernos con personas con las que no tenemos mucho trato ayuda a concentrarse mejor en la tarea y ver diversos puntos de vista. Y me parece muy importante el papel del profesor, puesto que un aprendizaje cooperativo no se basa solo en mandar trabajos para que los hagan los alumnos en grupo sino prestar a esos alumnos un guía en el aprendizaje, plantearles retos e interrogantes y ayudarles a construir  su conocimiento.