ESCONDIÉNDOME
Hoy he estado a punto de tirar la toalla, de dejarlo todo. Porque sentía que no podía más. Me agobio, me canso de mí misma, qué más da lo quiera o lo que sienta, si luego no lo hago. Qué más da lo que desee, si no lucho por ello. A veces me meto en una burbuja y necesito que entre gente, pero en realidad, no la dejo, porque no quiero arrastrarla a mi tristeza.
Si, hoy me he levantado así, triste. ¿Cuál es la explicación? No hay ninguna, simplemente no me apetece hablar, no me apetece estar con nadie, pero a la vez grito que quiero un abrazo. Es algo incomprensible, o por lo menos a mi me resulta así. Es como estar y no estar. Pienso en cosas que podría hacer para salir de ella, y en realidad, es como si no quisiera. Me tiene atada. Enjaulada. Creo que llevo todos estos días un ritmo tan frenético que no me he puesto a pensar que es lo que quiero verdaderamente, y ahora que puedo, ahora que por fin es sábado, pido que pase deprisa para no poder pensar, para no plantearme cosas, para no caer en este bucle.
Necesito hacer muchas cosas. Mantenerme activa, por ello busco actividades, lleno mi agenda, quedo con gente… y todo por no quedarme a solas conmigo misma, porque sé que en cuanto disponga de un momento, ese se convertirá en un nublado en negro.
Llena de inseguridades, llena de miedos, así es como me siento. ¿Qué puedo hacer? ¿Qué se hace para dejar de tener miedo? ¿Qué se hace para pensar en ti sin pensar que eres una egoísta? No sé hacerlo, de verdad, que no soy capaz, porque en el momento que pienso en los demás me doy cuenta que soy aquella que siempre intenta complacer al resto, y cuando pienso en mí, yo misma me recrimino que soy una egoísta, ¿entonces? ¿en qué pensar?. Al final siempre termino igual. Escondiéndome de todo, y sobre todo de mí misma.
6 comentarios
Lara -
princesa del vértigo -
Anónimo -
Te hablo desde la experiencia de haber pasado por esto, haber salido y sentirme genial y volver a caer, sin explicación aparente. Quizá sea porque, como he dicho antes, he ido tapando agujeros intentando ilusionarme con algo que no va a ningún sitio, dando palos de ciego. Pero ver que al final todo se desvanece de repente, que llevas un tiempo sin que ninguna de tus pequeñas expectativas salgan adelante (la mayoría de estas expectativas forzadas para intentar animarme y no caer en un abismo), producen de repente una caida brusca del ánimo y tienes ganas de abandonarlo todo, pero por otro lado sigues sintiendo una necesidad tan grande de ese abrazo.....
Perdóname por desahogarme aquí, pero es que me has tocado en lo más hondo. No lo hago solo para llorar en tu hombro, sino para decirte, desde mi experiencia, que todo es pasajero, todo es cíclico, que todo está en tu actitud (aunque es mucho más fácil cuando te sientes acompañada y querida, eso es cierto).
Y que tenemos lo mejor esperándonos a que lo cojamos, no tengas ninguna duda. Busca en ti, obsérvate, intentando no juzgar, todo lo que eres estará bien para ti y, al aceptarlo así, también podrás aportar mucho más a los demás.
Sabes, a mi me ayudó mucho escribir en el blog. Jamás en mi vida había escrito más que la lista de la compra y cartas comerciales. Siempre me creí negada para ello. Hasta que pasó alguien por mi vida que me hizo sacar involuntariamente una faceta totalmente desconocida para mi. Esto es otra cosa que he aprendido, estar abierta a todos los que pasan, de una manera o de otra, de todos puedes coger algo o dejar que te lleven a otros que te aporten cosas o con los que seas capaz de sacar más cosas de ti, por muy insignificantes que parezcan.
Empecé a escribir en el blog para mi (en realidad nunca he escrito para que me lean ni tener más o menos audiencia, aunque es bastante agradable, la verdad)y cuando me releía fui descubriendo muchas cosas que desconocía. Aún ahora, cuando me leo después de haberlo dejado durante un año, sigo encontrando cosas nuevas que no me parecen mías, pero que lo son, de eso no tengo duda, soy yo. Y me gusto, tanto lo positivo como lo negativo. Y a pesar de todo esto pasan cosas que vuelven a remover mis miedos y doy dos pasos atrás. Lo que me anima es ver que no son los mismos miedos o al menos no están en la misma fase, lo que me indica que al menos estoy avanzando, simplemente voy superando etapas. Supongo que es lo que se llama crecer, ¿madurar?, supongo que en eso consiste la vida.
Así que mírate, recréate contigo, disfrútate y ríete de lo que menos te gusta que al final no tiene tanta importancia, la vida sigue en esencia más o menos igual. Después déjanos disfrutarte un poquito a los demas. No sé si te valdrá, pero yo doy unos abrazos estupendísimos y muuuyyyyy reconfortantes. Es lo que más me gusta. Cuando se puso de moda aquello de abrazar por la calle a to quisqui, yo ya lo llevaba haciendo mucho tiempo atrás. Y sin embargo, fíjate qué cosas, este último año he tenido un retroceso increíble en cuanto al contacto físico que tan natural ha sido siempre en mi. Y sé que no se me pasará hasta que vuelva a mirar dentro, cara a cara. En ello estoy, creo que haciendo un buen trabajo, eso espero.
Como verás, cuando me suelto no paro. No suelo hacer comentarios en cualquier sitio porque sí, sólo cuando me sale de verdad. Y entonces suelto todo lo que me apetece. Eso también va en mi carácter impulsivo y espontáneo. Espero no haberte aburrido mucho.
Besos, besos, besos y un abrazo reconfortante y animoso.
Microalgo -
Gracias, Caín. No, no coja esa quijada de burro, que tiene Usted un pronto muy malo...
Cain -
Microalgo -
Me da la impresión de que a Usted la falta lo mismo que a mí. No nos abraza quien queremos que nos abrace. Podríamos abrazar a quien no queremos abrazar.
En ocasiones no podemos ni soñar aocn nadie a quien abrazar (que es el peor de los escenarios posibles), y entonces lo demás no importa.
Pero, si quiere hacer el favor de creerme, a Usted eso se le va a pasar. A Usted la van a querer con locura, y además lo hará la persona que Usted quiera que lo haga.
Apuéstese algo conmigo si no me cree.
Un abrazo (distante, qué le vamos a hacer).