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EL RINCÓN DE MIS PENSAMIENTOS

COMIENZA EL DÍA PERFECTO

COMIENZA EL DÍA PERFECTO

 

Cuando estaba con él, podía ser ella misma. Daba igual que llevara una sudadera llena de pelotillas y de un color verde moco, o si tenía el pelo recogido, suelto o en dos coletas dejando mechones repartidos por todos lados. Porque lo que  de verdad importaba es que se permitía el lujo de no disimular. Entre sus brazos podía llorar sin venir a cuento, o podía reírse sin parar, daba igual porque todo estaba permitido.

Por las mañanas, podía quedarse una hora mirando al techo esperando a que el abriera los ojos, y se entretenía escuchando su respiración, escuchando su “piiiiiiiiiiiii” de la nariz, a veces ella, en un intento de que él se despertará, tiraba levemente de la manta, aunque lo único que obtenía por respuesta, era un movimiento ligero, una nueva posición y un nuevo sueño.

Ella, se reía, e incluso a veces se tapaba hasta la boca intentando no hacer ruido y oprimiendo una carcajada. Y luego se preguntaba “¿por qué me tapo la boca si quiero que se despierte y en realidad es lo que estoy intentando?” pero lo hacía, porque le gustaba jugar, se lo pasaba genial con él, incluso hasta cuando él lo ignoraba.

Cuando ya no podía más, se levantaba iba al baño con sus pies descalzos, y luego volvía a refugiarse entre esa manta roja y en ese calor que él la ofrecía. Y se llevaba una sorpresa cuando descubría que, incluso medio dormido, intentaba calentarla los pies congelados que se habían escapado de debajo de las sabanas para darse un paseo y volver como si hubieran estado en el polo norte.

Y de repente, todo comenzaba, después de una hora y algo dando vueltas de un lado a otro, jugando al escondite, a hacerse la dormida, él se despertaba, la abrazaba, la besaba, hacían el amor fogosamente y luego escuchaba esas palabras perfectas que salían de su boca cada vez que abría los ojos a su lado “buenos días princesa”.

No había más, sin duda comenzaba un día perfecto.

 

1 comentario

Cain -

=)