TE DEJO EN LA HUIDA
No me mires, no hables con mis ojos. Nunca te di permiso para que me robaras mis pensamientos. Se que puedes hacerlo y eso me da miedo, porque nunca me sentí tan cerca de alguien queriendo estar tan lejos.
Mi mente no esta aquí, se ha ido de vacaciones. No puede soportar más este interrogatorio al que la sometes. Quiere tener secretos. Guardar sus sentimientos. Ser fuerte, no dejarse abatir por nadie.
Pienso en ti, en como tapar cada hueco. En inventar una escena en la que ella sea la fuerte y los demás se derrumben al verla. No quiere que sea al revés. Quiere estar sin ser.
Una vez alguien me dijo, que pensara más en mí, porque nadie lo iba a hacer. Y es lo que intento. Reflexiono en las mil corazas que debo poner para que no me hagas daño. Pero no puedo, no lo consigo, me cuesta el hecho de separarme de ti, no puedo poner distancia entre nosotros, porque eso sería alejarme de mi ser.
Somos tan diferentes, pero a la vez tan parecidos, que parecemos la cara y la cruz de una misma moneda, que siempre van unidas, no pueden existir la una sin la otra.
Ahora me iré, tan despacio que no notaras mi ausencia. No quiero que me sigas. Sólo quiero que permanezcas. Que mantengas tu corazón latiendo por la vida, tan fuerte como cuando estuvimos juntos. Recuerda los momentos de lluvia, los silencios que llenaban la enorme habitación de palabras y las velas que alumbraban nuestras cenas.
No se si volveré. Tal vez mis vacaciones sean perpetuas, pero si te vuelvo a ver, haremos que somos dos desconocidos con caras que nos suenan.
De esta forma será más fácil, llámame cobarde, pero creo que no tengo el valor para enfrentarme a lo que eres, a lo que soy y a lo que probablemente dejemos de ser.
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