¿LA FÓRMULA DE LA FELICIDAD?
Los granos de arena van cayendo. El reloj mueve sus agujas poco a poco, con un pequeño ruido que va llegando a mis oídos en la oscuridad de la noche. La mesa llena de libros que gritan ser abiertos, una pequeña agenda casi vacía, porque la persona que la compró se olvido de escribir en ella, y un bolígrafo que se va deslizando suavemente sobre un folio en blanco.
A veces, no se sabe muy bien porqué, pero hay días que sin hacer nada especial, ni un momento preciso que cupiera destacar, estas más feliz que otros, simplemente porque llegan a tus oídos, palabras, frases y sentimientos que merecen tenerlos en cuenta y darles esa importancia que se merecen.
Cada vez más, las personas somos más egoístas y cerramos tanto las compuertas de nuestros oídos, como de la mente y del corazón. Pensamos que solo nosotros podemos ayudarnos y que si necesitamos ayuda llegará sin más.
Ya no nos paramos a hablar con nadie, todo va muy deprisa, el mundo, las rutinas, la gente y nosotros, nos vamos dejando llevar, conducir por un modelo de existencia, que se basa en correr, en echar pequeñas carreras para llegar a la meta. Y en ese punto esta lo irónico, ¿Cuál es la meta? ¿Cuándo nos podemos conformar con lo que tenemos? ¿Cuándo mirar atrás, sopesar lo que has hecho, lo que has logrado y lo que has perdido a lo largo de los años?
¿Cuándo podemos saber si somos felices, si cada vez esa felicidad se ve más nublada por tanta avaricia, materialismo, egoísmo, etc.?
Para ser felices hay que conocerse así mismo, descubrir nuestros defectos y nuestros puntos fuertes. Debe ser sorprendente, mirarte al espejo y saber quien eres de verdad. No dejarte influir por que lo que te hayan dicho alguna vez, o por lo que piensen de ti. Solamente mirarte a los ojos y ver que eres tú. Que tu reflejo te acompaña, que no es una mera fotografía.
¿Es difícil conseguirlo? Creo que si, porque en ocasiones sufrimos engaños, pero no por parte de otros si no de nosotros mismos, que no aceptamos nuestros defectos y los intentamos disimular actuando en una función de teatro que no es la nuestra.
Tal vez, nunca nos lleguemos a conocer del todo, porque la vida va haciendo que cambiemos, que nos vayamos moldeando, dando forma, según lo que haya a nuestro alrededor y los sucesos que nos ocurran.
Me apetecía escribir, ya sé que esto no corresponde con ninguna asignatura, pero se puede construir conocimientos en muchos lados fuera del aula, y no solamente con profesores en frente, sino con amigos al lado.
PD: ¡Un besito y ánimo!, ¡conseguiremos esos créditos de libre elección por estas charlas tan constructivas!
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