Blogia
EL RINCÓN DE MIS PENSAMIENTOS

SIMPLEMENTE PALABRAS

Me cuesta definir lo que siento, poner nombres a los sentimientos. Creo que no se puede categorizar, no hay nada fijo, porque al igual que los días, cada elemento de esta vida va cambiando, se va modificando.
 
Creo que te imaginas a una persona, que no la conoces en realidad, una imagen que se proyecta desde tu mente. No creo que sea lo correcto, no quiero romper expectativas de nadie.

Leerme entre líneas, es complicado, es más, ni yo misma me paro a hacerlo. Porque aunque siempre deje en cada palabra algo de mi, pienso que en ellas hay mucho de lo que veo. A veces con ellas solo expreso sensaciones, miradas, gestos… son mis compañeras, las que me ayudan a acercarme al mundo y las que hacen que valore cada momento.

Podría definirte un beso, desde el deseo, la pasión o el amor, pero siempre lo haría con ellas, con las palabras. Mi espíritu vuela cada vez que escribo, mi bolígrafo comienza a escribir apresuradamente y mis ideas se organizan rápidamente como por arte de magia.

Además, no te tengo enfrente, no te veo, puedo explicarte las cosas lentamente, sin prisa, pensando que no tengo que hacer entender lo que se crea dentro de mí, si no que solo lo vas  leer. Es cierto, que no veo tus expresiones, pero tal vez,  sea más bonito imaginármelas, saber la cara que pones con cada párrafo,  las veces que me esquivas o me apartas la mirada, los silencios que se crean sin quererlos que aparezcan, y las veces que deseamos escaparnos.

Creo que cuando nací me equivoque de época, no soy de este siglo, soy de la época del romanticismo, me encantaría hablar en verso, vestir con vestidos largos y se pobre escribiendo. El amor, sería como algo imposible, pero ¿es que no lo es ya? Si viene y se va como se le antoja, crea confusión y cuanto más perdido estas, mas te engaña.

Solo quiero que pare, que todo el mundo, cada objeto, cada hoja se quede quieta, permanezca estática, y yo pueda detenerme a fijarme con detalle en ti, en mi, en la distancia que nos une y nos aleja. Para luego, a partir de este momento comenzar de nuevo, estando seguros de lo que somos.

Así pues, aquí te espero, en este instante sin segundos, sin horas, donde todo se mantiene en clama y comienza a tener sentido.

0 comentarios