SIN ESCAPATORIA
¡Socorro! ¡Socorro! Es como si nadie me oyera, ¿hola? No hay nadie. Estoy sola, y por mucha gente que pasa a mí alrededor nadie me ayuda, o tal vez, nadie me puede ayudar. Solo pido que alguien consiga desentrañar el gran misterio que me plantea un juego y que me ha dejado bloqueada toda una semana, ¿Qué tengo que hacer? ¿Por qué me he puesto a jugar a video juegos exactamente ahora? bueno, esta no es la cuestión me recuerdo a mí misma, intentando centrar toda mi atención en la pantalla. Debe haber alguna puerta, una ventana, algo más que este estúpido cajón que se abre y me muestra un papel con una clave, ¿Para qué es la clave? ¿Qué dice? ¿Cómo la descifro? Me la he apuntado en un papel, voy por la calle pensando en ella, buscando alguna solución que haga que pueda salir de esa sala para meterme en otra y enfrentarme a nuevos retos. Pero no hay nada, ni una pista más. Odio este juego y odio igualmente el no encontrar una salida a mi vida real.
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