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EL RINCÓN DE MIS PENSAMIENTOS

LAS EXPERIENCIAS CON LOS IGUALES

LAS EXPERIENCIAS CON LOS IGUALES

CONCEPTIONS AND PERCEIVED INFLUENCE OF PEER GROUPS: INTERVIEWS WITH PREADOLESCENTS AND ADOLESCENTS.

 

 Para realizar un comentario crítico de esta investigación que se nos presenta, he creído conveniente hacer este análisis desde dos puntos de vista. Uno de ellos referente a la metodología de la propia investigación y otro, más centrado en el contenido y en los resultados y conclusiones a las que llegan finalmente.

 

OBJETIVO, MÉTODOLOGÍA Y VALIDACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN:

 

Así pues, si analizamos paso por paso la investigación, vemos como en un inicio se comienza con una pequeña introducción, donde se explica brevemente en qué consiste la investigación,  y  los resultados más relevantes que se han encontrado. Además de explicitar cuál es el objetivo: “investigar si los cambios en el desarrollo influyen en la percepción de los grupos de iguales y en la influencia grupal”, de una forma visible y precisa.

 

Si continuamos leyendo, encontramos la fundamentación teórica, en ella se hace alusión a otras investigaciones recientes que tienen relación con el tema que se trata en el presente artículo, y están muy relacionadas con cómo los preadolescentes y adolescentes cambian sus concepciones a medida que van desarrollándose y cómo la influencia grupal hace que se produzcan cambios en los sentimientos, en la auto evaluación o en el apoyo social. Además muestran ciertas limitaciones de algunos estudios ya realizados, que debido a su metodología no han abordado el objetivo del que partimos.

 

Es conveniente señalar que además esta investigación se realizó en el año 1988, y si prestamos atención a los estudios que se exponen, son de años bastantes recientes a la publicación, por lo tanto, se tiene presente un marco teórico bastante actual.

 

Si analizamos el método que han llevado a cabo, encontramos primeramente la selección de la muestra, esta queda totalmente definida, exponiendo el sexo (chicas y chicos), la edad (divididos en tres etapas, de 10´5- 12´4/ de 13´3 a 15´1/ y de 16´4 a 17´9), y el origen de los sujetos (escuelas pequeñas, escuelas rurales y escuelas que se encuentran en comunidades blancas de clase media). Además también se precisa que la selección de ésta, se ha realizado de forma aleatoria, con lo cual no habría ningún sesgo y sería representativa.

 

La hipótesis o la pregunta que se plantean no queda clara dentro de este apartado, puesto que pasan de la muestra obtenida directamente, a la entrevista que se ha realizado como instrumento de recogida de información. Sin hacer ninguna mención a lo que van a investigar más concretamente. Haciendo referencia a la pregunta a partir de la cual se va a desarrollar la investigación, nos permite, como lectores, contextualizarla así como ofrecer una visión crítica acerca de la validez y adecuación de los instrumentos utilizados para la recogida de información. Por lo tanto, la referencia a los objetivos, preguntas o hipótesis de las que se parte, es un elemento esencial a tener en cuenta tanto a la hora de llevar a cabo la investigación como al presentarla a la comunidad científica.

 

Dentro de la entrevista que se va a realizar, se explica que se llevará a cabo de forma individual dentro de la escuela, y que serán realizadas por el autor o por una de las dos licenciadas entrenadas para ello, además serán grabadas para más tarde ser transcritas y codificadas (a través de códigos reajustados en base a una entrevista piloto que se había aplicado con anterioridad), aunque no se expone en que marco se basan o a partir de que perspectiva realizan la investigación, es decir, si lo hacen desde una perspectiva etnográfica, investigación-acción, análisis del discurso,…etc. y me parece que esta explicitación sería importante puesto que desde un primer momento te permite saber qué tipo de investigación es, y como se van a acercar a los datos que se obtengan.

 

A la hora de detallar la entrevista, en mi opinión, se exponen bastante bien las categorías en las que se van a centrar y además, es muy clarificador el hecho de que pongan ejemplos que nos ayuden a entender que es lo que se persigue aproximadamente en cada una de ellas. Aunque creo que se mezcla la descripción del instrumento con el procedimiento (el cómo se ha utilizado y cómo se ha llevado a cabo),  y tal vez, se hayan centrado más en cómo han codificado las respuestas, que en cómo han elaborado las cuestiones que se planteaban a los sujetos.

 

Referente al análisis de los datos y los resultados, los divide atendiendo a las dos partes en las que se dividía igualmente la entrevista:

-          Descripción del grupo de iguales e influencia grupal.

-          Impacto emocional de la aceptación grupal.

 

Estos se exponen mediante gráficas y la explicación de los valores y porcentajes obtenidos, se presentan de forma clara (primero por edades y luego por diferencias según el sexo).

 

Si prestamos atención al apartado de discusión,  vemos como las hipótesis- resultados- e interpretaciones tienen bastante coherencia, se hacen inferencias justificadas y se realizan con bastante profundidad y de forma completa. Aunque echo de menos un apartado de limitaciones dentro de esta investigación, puesto que casi siempre, dentro de las ciencias sociales, es casi imposible abarcar todos los aspectos que están inter-relacionados, y se debería indicar que aspectos no han podido incluir o posibles preguntas que quedarían abiertas a partir de lo que ellos han obtenido, para de esta forma, contribuir al crecimiento del conocimiento.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN.

 

Antes de entrar en debate, y comentar los resultados que se han encontrado, me parece adecuado hacer un pequeño resumen de cuales han sido, esas conclusiones que se han encontrado a través de la investigación, y algunos puntos de la discusión que se plantea:

 

Ø  Referentes a la edad:

PREADOLESCENTES

ADOLESCENTES

Los alumnos de quinto tendían a focalizarse más en actividades de los miembros y en comportamientos sociales.

 

 Perciben a los iguales como menos influyentes.

 

Influencias del grupo de iguales como algo global y de gran alcance.

 

 

 

 

El grupo de apoyo les proporciona compañerismo y apoyo social.

 

Buscan aceptación para tener amigos.

 

Con el aumento de la edad se encontraron que cada vez se iban centrando más en actividades, apariencia, actitudes y lo referente a los procesos grupales e influencia grupal.

 

 

 

Cuando se les preguntaba directamente sobre sus percepciones de la influencia entre sus iguales, se encontró un incremento con la edad sólo en el dominio específico de las actitudes y en el dominio general de la influencia global.

 

El grupo de apoyo les proporciona compañerismo y apoyo social.

 

Buscan aceptación para “valor social y personal” y el rechazo lo analizan desde una mal valoración de ellos como individuo. Se centran en disposiciones de la personalidad y rasgos.

 

Alumnos de octavo muestran más reacciones positivas a situaciones de aceptación, y más sentimientos negativos a situaciones de rechazo.

 

 

-          Había un claro cambio en el desarrollo mental en características predominantes usadas por los sujetos para describir grupos de iguales.

-          Las reacciones del grupo de iguales afectan a los sentimientos del valor personal que incrementa con el curso donde se encuentra.

-          Los cambios en el desarrollo mental en el ámbito y la naturaleza de percibir la influencia de los iguales y en la extensión en la cual las reacciones de los grupos de iguales tienen un efecto y un impacto en la auto evaluación.

 

 

Ø  Referentes al sexo:

CHICAS

CHICOS

-          Las chicas muestran mayores puntuaciones en lo que se refiere a cómo influye en grupo o en los sentimientos y en lo personal.

-          Chicas de octavo sienten que sus grupos de iguales influyen más en su apariencia.

-          Las chicas muestran un gran impacto de las reacciones grupales de los iguales en sus sentimientos de valor social.

 

-          Chicos son más susceptibles a una presión antisocial que las chicas.

 

 

A través de estos datos y conclusiones que se recogen se me plantean varias dudas: ¿Puede el desarrollo moral influir de alguna forma en cómo se percibe el grupo de iguales? ¿Cómo influye el apego dentro de todas las relaciones que se mantienen durante la adolescencia? ¿Qué papel juega la cultura, los estereotipos  y los valores de la sociedad en la que vivimos en nuestra forma de relacionarnos con los demás? ¿Por qué pueden darse esa diferencia entre géneros? ¿Tiene qué ver con los roles que se establecen en la sociedad? ¿Cómo afectan los cambios en el desarrollo físico de los adolescentes en la forma de ver a sus iguales? ¿Varía dependiendo de si este cambio se produce temprana o tardíamente? ¿Qué le ocurre al adolescente cuando se produce el rechazo y cómo afecta esto a la construcción de su identidad? ¿Qué papel cobra la familia en esta etapa? ¿Puede interceder de alguna forma la relación entre estos y sus iguales? ¿Cómo se sienten los jóvenes ante la presión del grupo y el tener que ser admitidos como un miembro más de la pandilla?

 

Para contestar a la primera pregunta que hace referencia al desarrollo moral y como se percibe el grupo de iguales, creo que la relación que se establezca será muy distinta dependiendo de la etapa en la que se encuentre el  adolescente, ya que podrá auto-gestionarse de diferente modo si es capaz de ver más allá de lo que le demanda el grupo y los valores que se imponen dentro de él.

 

Si analizamos las etapas del desarrollo moral que expone Kohlberg (1958), podríamos decir que la mayoría de los adolescentes se encuentran en el nivel 2 o razonamiento convencional: “el grado de interiorización es intermedio. Los individuos se atienen a ciertos principios (internos), pero hay otros principios (externos), como los de los padres o las leyes sociales”.  Dentro de aquí, nos situaríamos en el estadio 3formado por las expectativas interpersonales mutuas, las relaciones y la conformidad interpersonal, donde los individuos valoran la confianza, la preocupación y la lealtad de los demás como base para plantear juicios morales”, por lo tanto, no han alcanzado todavía ese desarrollo que les permita ver que hay más cosas, que las normas no son sólo las que se establecen dentro del grupo de iguales, que la lealtad es importante, pero es más importante la lealtad a uno mismo y a sus propios valores y creencias, que muchas veces se ven desplazadas por las normas grupales.

 

Así pues, si nos preguntamos cómo interviene el desarrollo en como vemos la influencia del grupo, podríamos contestar, partiendo de esta teoría, que estamos en cierta manera “atrapados” por nosotros mismos, y que eso es lo que nos lleva en muchas ocasiones a no ver que es justo o injusto. Para explicar esto, recuerdo que cuando era más pequeña teníamos una pandilla en el barrio, no era muy numerosa, pero recuerdo que siempre teníamos que estar en contra de alguien (un chivo expiatorio) así que, a veces, bajábamos a jugar y no llamábamos a una amiga. Y luego, yo me sentía mal porque a mí me lo habían hecho y podía intuir cómo se sentiría ella, pero en aquellos momentos era más importante el llevarme bien con el grupo mayoritario y la relación con ellas, que la defensa de la amiga a la que no llamábamos. Por consiguiente, los valores, lo que está bien o mal, y los deberes cambian según la edad, y la influencia grupal y la presión que se ejerce puede ser la misma en diferentes etapas pero no se vive igual en todas ellas.

 

Otro factor que podría influir en las relaciones que se crean en la adolescencia, y en cómo las percibimos, podrían ser el tipo de apego (Bowlby 1973 define el apego como “cualquier forma de conducta que tiene como resultado el que una persona obtenga o retenga la proximidad de otro individuo diferenciado y preferido, que suele concebirse como el más fuerte y/o más sabio”) que hayamos establecido, y el grado de dependencia o independencia que establezcamos con nuestro grupo de iguales, puesto que como dice Bowlby(1969, 1973, 1980) “los niños necesitan una relación cercana y continuada con un cuidador primario para poder desarrollarse emocionalmente”.

 

 La relación, no creo que sea la misma si tendemos a ser más evitativos, inseguros- resistentes/ ansiosos- ambivalentes, o tenemos un tipo de apego más seguro (Ainsworth, Blehar, Waters & Wall, 1978), puesto que esto influiría en la autoestima y en la seguridad que tendríamos cada uno, y esto podría variar en el tipo de relaciones que buscamos, o como señala Morris (1982) ”debido a la primacía y a la profundidad de la relación temprana de apego entre niño y cuidador, es probable que este vínculo sirva como prototipo para las posteriores relaciones de intimidad”.

 

Así pues, este apego que puede verse  influido por los siguientes factores: experiencia individual, constitución genética e influencias culturales (Ainsworth 1979), puede hacer que veamos de diferentes formas el cómo percibimos la influencia del grupo de iguales y en cómo vemos a éste.

 

Relacionado con todo esto, encontramos las siguientes preguntas ¿Qué papel juega la cultura, los estereotipos y los valores de la sociedad en la que vivimos en nuestra forma de relacionarnos con los demás? ¿Por qué pueden darse esa diferencia entre géneros, tiene qué ver con los roles que se establecen en la sociedad?, sin duda la sociedad se ha transformado, el papel de la mujer ya no es el mismo que hace años, los roles que se asignan a cada sexo se van modificando, la forma de comunicarnos y de interactuar no es la misma, con lo cual todo esto debería influir en las relaciones que mantenemos con nuestros iguales. Antes las mujeres estaban encerradas en unos patrones que debían cumplir, todos de “cara a la galería”, siempre sonriendo, callando para ceder toda la verdad al hombre que la acompañaba, y realizando las tareas del hogar. Sin duda, sufrían una gran influencia del grupo de iguales y de la sociedad en sí misma, que había establecido los patrones de lo que era correcto y lo que no.

 

¿En la actualidad podríamos decir qué nos hemos liberado? Pienso que no, que tan sólo lo hemos modificado, ya no se  impone que las mujeres tengan que llevar falda y los hombres pantalones, pero ahora nuestros grupos nos marcan también que debemos hacer si queremos ser aceptados, ya sea en nuestra vestimenta, en las nuevas tecnologías que debemos tener, o en qué tenemos que salir todos los viernes y sábados para poder ser aceptados.

 

Está mal visto ser “anti-social”, está mal el quedarse en casa un viernes por la noche, porque si lo haces eres un bicho raro. Y en la adolescencia esto se incrementa. Se tiene que salir aunque no te apetezca porque sino ¿Qué van a pensar los demás de ti? Te podrían “marginar” el próximo día en clase si no te has enterado de lo que paso ese día. Seguro que ese noche que has faltado ha pasado todo lo más emocionante que podría ocurrir, pero has cometido el error de quedarte en casa porque venía tu familia. Sí, error, porque en esta etapa, la adolescencia, el grupo es lo que prima,  el sentirse aceptado, el formar parte de algo, aunque sólo sea formar parte de ese banco, donde las tardes consisten en comer una bolsa de pipas.

 

Así pues, tanto antes como ahora, estamos bajo diferentes influencias pero todas ellas nos marcan patrones o normas que tenemos que aceptar si queremos formar parte de un todo. Pero ¿hasta qué punto estas “exigencias” han podido variar a lo largo de los años respecto a nuestro grupo de iguales? Pienso, que las exigencias también han ido en aumento, porque en la actualidad, el concepto de familia ha cambiado, el tiempo que pasan los padres con sus hijos es menor, y tal vez, el adolescente tenga una mayor necesidad de depender de otros, de sus iguales, de establecer relaciones con ellos en busca de un “lugar” donde encajar. Así pues, aunque como se dice en la presente investigación el desarrollo puede influir en como percibimos que nos afecta la influencia grupal, creo que debería atenderse también a estas variables culturales y contextuales que pueden influir tanto en el desarrollo, como en las formas en las que establecemos relaciones con los otros.

 

Si analizamos los resultados también observamos que hay alguna diferencia en cuestión del género, y a raíz de esto tengo algunas preguntas: ¿Buscan las chicas un mayor reconocimiento social? ¿Se encuentran bajo más presiones sociales (publicidad, imagen perfecta, mujer ideal)? ¿Cómo influyen los estereotipos de la sociedad en la autoevaluación? ¿La presión del grupo esta también influenciada por nosotros mismos?

 

Deborah Tannen (1990) explica cómo dentro de los juegos de las niñas, estas tienden a  jugar en grupos pequeños y su mundo suele girar en torno a una mejor amiga. La intimidad es un factor preponderante, se caracterizan por la rotación de los turnos. Asimismo, las chicas prefieren sentarse y charlar, y se muestran más preocupadas por gustar a los demás que por ganarse una posición dentro del grupo. Por el contrario, en los juegos de los niños hay vencedores y perdedores, y a menudo se producen peleas, con frecuencia alardean de sus capacidades y discuten acerca de quién es mejor en una habilidad determinada. De esta manera, podríamos deducir que las chicas siempre van a intentar buscar esa aceptación social y el encontrarse dentro de un grupo, aunque no sean ellas las que lo lideren. Y los chicos intentarán llevar la “voz cantante” dentro de éstos. Por lo tanto, él como perciben el grupo y la influencia que van a ejercer sobre ellos será distinta dependiendo de la educación que se reciba en muchos de los casos, dado que ellos mismos se exigirán unas cosas u otras y a niveles diferentes. Y también, dependiendo de esta educación, creo que podremos discriminar mejor aquellos “ideales” que nos expone la sociedad, y podremos discernir más eficazmente que es real y que puede ser un montaje o ser algo excepcional.

 

Además algo que se muestra en la investigación es cómo cambian las concepciones de los adolescentes a medida que cumplen años, aunque yo aquí haría un inciso y apuntaría que, aunque un grupo tenga la misma edad, puede que no se hayan desarrollado todos de la misma forma, es decir ¿Qué pasa con aquellos que lo hacen tardía o tempranamente? ¿Tienen la misma percepción? ¿Puede influir de alguna forma en el papel o rol que adopte en el grupo?

 

Según Seiffge- Krenke (1988)  dice que mientras se producen los cambios en la pubertad, normalmente las chicas se muestran más insatisfechas con sus cuerpos, tal vez porque aumenta su grasa corporal, mientras que los chicos están cada vez más satisfechos a lo largo de la pubertad, probablemente porque aumenta su masa muscular. Y esto podría afectar a cómo se siente cada uno consigo mismo, y a cómo se relaciona con los demás, ya que si por ejemplo, las chicas no se sienten bien con su cuerpo, tienen problemas para aceptar sus cambios también será más difícil que los demás la admitan, o que ella no se sienta reconocida.

 

Por otro lado, según Petersen (1987) confirmó, que al menos durante la adolescencia, madurar antes que el resto de los compañeros constituye una ventaja. Aunque respecto a las chicas, me llama la atención el estudio que realizó Simons y Blyth (1987) el cual obtuvo como resultados que las niñas con madurez temprana presentaban más problemas en el colegio, eran más independientes y se llevaban mejor con los chicos y se mostraban más satisfechas con su cuerpo que las niñas que maduraban más tarde, pero en cuarto de secundaria, la tendencia se invertía, porque en la adolescencia tardía, las chicas que maduran antes son más bajas y fornidas, mientras que las que habían madurado más tarde eran más altas y delgadas y, por tanto, poseían una imagen corporal más próxima al ideal actual de belleza femenina en el mundo occidental.

 

Por lo tanto, debería tenerse en cuenta no sólo la edad de la muestra sino también si se han desarrollado físicamente, puesto que puede variar la forma de interactuar con los demás y la forma en la que se autoevalúan ellos mismos.

 

Relacionado con esto, con las experiencias que vive cada adolescente, con el desarrollo físico y con la aceptación o el rechazo por parte de los demás, el/ la joven va construyendo su identidad. Si atendemos a los estados de Eric Erikson (1968) vemos cómo este encuadra a los adolescentes dentro del estado de “identidad frente a la confusión de la identidad”, es decir, se muestra como en esta etapa se pasa por una crisis, donde se enfrenta a diferentes exigencias, ya que se encuentra entre la niñez y la edad adulta, y experimenta diferentes roles e identidades que recibe de la cultura que le rodea (de nuevo, vemos la importancia del marco cultural dentro de la identidad y el desarrollo). Esta confusión de identidad que se da puede tomar diferentes formas: los individuos se separan del grupo y se aíslan de los compañeros y de la familia, o pierden su identidad en la sociedad.

 

Así mismo, podríamos decir, que esto les va a afectar directamente a la forma en la que se relacionen con los demás, puesto que si no saben quién son, se dejaran llevar por la masa, serán un mero instrumento de los que quieran aprovecharse de él. Pero ¿Cómo influye esto en la percepción de la influencia del grupo? En mi opinión, pienso que si no se ha establecido una identidad clara, a lo mejor la influencia será mayor aunque el sujeto no la perciba así, pues tal vez, tome las creencias y la cultura del grupo como suya propia, no la cuestione en ningún momento, y al final crea, que eso es lo que verdaderamente él piensa. En cambio, si se ha formado una identidad previamente, creo que será más fácil separarse del grupo, se verá como un elemento “aislado o único” pero con relaciones, si adopta la cultura del grupo y los valores será porque se identifique con ellos, o porque crea que van en la línea de lo que él es, pero no al revés,  es decir: “ yo estoy aquí porque creo esto” y no cómo en el caso contrario “yo soy esto porque estoy aquí”. Al fin y al cabo, es dónde se pone la nota de importancia, ¿en el grupo? ¿En el individuo? O tal vez ¿sea correlativo, y los dos influyen recíprocamente?

 

Si nos fijamos en lo que señala Marcia (1987, 1996) dice que los adolescentes se encuentran normalmente en los estadios de: identidad difusa (“adolescentes que aún no han experimentado una crisis o que no han realizado ningún tipo de compromiso”), hipotecada (“adolescentes que se han comprometido pero que aún no han experimentado una crisis”) o moratoria (“se encuentran en medio de una crisis, pero cuyos compromisos aún no existen o están vagamente definidos”). Y que en la formación de la identidad van a influir tres factores, como son: el apoyo familiar, apreciar la laboriosidad, y ser capaces de adoptar posturas de reflexión ante el futuro.

 

Así pues, vemos cómo la familia también tiene que ver mucho con este desarrollo que vivirá el adolescente, puesto que influirá en su construcción de la identidad, formará parte del apego, será la que eduque y transmita ciertos valores, e influirá en la cultura donde el joven se desarrolle.

 

Si atendemos a lo que dice Cooper y Grotevant, 1989 “ la existencia de un ambiente familiar que fomente tanto la individualidad como la conectividad resulta importante en el desarrollo de la identidad de un adolescente”, por lo tanto, si queremos que el adolescente sea crítico, independiente y autónomo, tendremos que fomentar un buen ambiente familiar, para que sea el joven, el que elija, el que sea capaz de pensar, el que sea crítico, y el que tome decisiones acerca de su futuro, sin que la influencia del grupo interceda. Así mismo, este carácter crítico también intercederá en la forma en la que se percibe la influencia del grupo de iguales. Puesto que se podrá lograr mayor objetividad, y mayor separación ante lo que se plantee. Y esto influirá en  la reacción ante la aceptación o el rechazo, puesto que si el sujeto ha llegado a un mayor desarrollo moral, ha conseguido una identidad firme, conoce su cultura y es consciente de aquellos factores que le pueden influir, será también, más fácil que a la hora de realizar una auto-evaluación, esta no se vea tan influida por el aspecto social de verse más o menos aceptado.

 

En conclusión, creo que como se dice en la investigación, es cierto, que el desarrollo puede influir en cómo se percibe la influencia que ejerce el grupo sobre el adolescente. Pero no podemos olvidar, otros factores que están implicados dentro de este desarrollo, como son: la cultura, la identidad, el apego, el ambiente familiar, el contexto, el desarrollo físico o la educación. Puesto que todos forman parte de lo que es el adolescente y marca de algún modo el inicio, el desarrollo y el final de esta etapa tan dura y llena de tantos cambios.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

v  O´Brien, S.F y Bierman, K. L (1988). Conceptions and perceived influence of peer groups: Interviews with preadolescents and adolescents. Child Development, 59, 1360- 1365

 

v  Santrock, J. W. (2003). Psicología del Desarrollo en la Infancia. Madrid: McGraw Hill (7ª edición).

 

v  Feeney, J. & Soller, P. (2001). Apego adulto. Bilbao: Desclée de Brouwer.

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